Capítulo Primero
AXIOMAS
“El marxismo y el capitalismo liberal han sido implantados por los mismos gobernantes ocultos en todo el mundo, los que manejan el dinero. La Ecologenia es contraria al Capitalismo, al Marxismo y a todos sus derivados. Está incluso, en un estadio superior al socialismo, porque no es una “ideología”, sino la Política Natural del Ser Humano”.
“La Ecologenia es la única forma viable de auténtica democracia. Ya existió con otros nombres en largos tramos históricos y parcialmente en lo moderno. Hoy es la única alternativa que puede salvar a la Humanidad de su absoluta esclavitud o su extinción”.
“El liberalismo es el engaño doctrinal más dañino en la historia de la política. Genera el egoísmo e individualismo extremo, la constante del individuo antes que la comunidad”
“El marxismo estatiza a las empresas y a las personas, convirtiendo la igualdad en una injusticia; el liberalismo sólo da real oportunidad a los astutos, no a los talentosos”.
“La Ecologenia y su herramienta económica, llamada Econogenia, constituye un retorno a la Política Natural, propia de cualquier civilización realmente avanzada, inteligente, sana y Trascendente”.
“La economía sirve al hombre, no el hombre a la economía”
“El hombre debe servir al Estado en la misma medida que el Estado sirve al hombre”.
“El capital proviene del producto del trabajo, no el trabajo del capital”.
“Una verdadera economía, libera. Una falsa economía esclaviza”.
“La economía como ciencia, sólo es complicada e incomprensible en boca de mentirosos y esclavistas. La economía real puede y debe ser entendida por cualquier ciudadano”.
“La Ecologenia es nacionalista, patriota y universalista, no individualista”
“El Estado no es la mera suma de gobernantes, sino el espíritu del Pueblo, orgánicamente manifestado para realizar las mejores concreciones de la voluntad popular”.
“La ética es la cualidad más exigible a los políticos”.
“La Ecologenia se basa en la Doc-Trina (Conocimiento de los Tres) y ellos son Ser, Conciencia y Voluntad, con sus reflejos o manifestaciones respectivas: Amor, Inteligencia y Poder. Parte esencial de la Doc-Trina, es el mantenimiento del Perfecto Equilibrio entre estos atributos del Ser. Sin ellos, la política sólo es técnica para someter a las masas”.
ECONOMÍA Y COSMOVISIÓN
Alguien dijo que “La decadencia o el renacimiento de los Pueblos, no dependen de un programa económico malo o bueno, sino de la debilidad o consistencia de la cosmovisión que ese pueblo sostiene”. En lo particular, tenemos el ejemplo de los empresarios que logran levantar una empresa sin acudir al capital usurario, sólo mediante su trabajo, tesón y fe. Igual ocurre con los Estados. La fuerza de una Nación está esencialmente dada por la cosmovisión de una “masa crítica” de ciudadanos, que sean capaces de difundir e impregnar con su liderazgo, el espíritu colectivo. En este momento, lo heterogéneo de las poblaciones, la diversidad de criterios, distracción deportiva y confusión informativa, y los múltiples engaños masificados mediante toda clase de trucos, obliga a una tarea más ardua, pero no imposible.
Ya están dadas las condiciones para que la Ecologenia sea una realidad, toda vez que el sistema político partidista, polarizador y de esclavitud financiera, ya ha hartado y aterrorizado a las masas. Hasta los países más ricos han tocado fondo y están desengañados sobre la mayor parte de los asuntos que aquí se exponen, con lo que no les será difícil entender y aprobar el Plan Ecologenista.
LA TRANSICIÓN:
Pasar del mundo capitalista al mundo Ecologénico no es sólo “un gran desafío” o “conseguir que una utopía se realice”. Eso sería en la mente de quien no tienen ni idea de lo que ocurre ahora mismo en el mundo. Tampoco es sólo para “vivir un poco mejor”, saliendo de la esclavitud e inseguridad que todo el mundo está sintiendo. La realidad es que sin pecar en absoluto de alarmista, esta transición política es la única alternativa válida para que los poderes fácticos actuales no logren asesinar a unas 7.300 millones de personas de todo el mundo, para dejar sólo quinientos millones, como indican las Piedras Guías de Georgia y ya hasta lo han declarado algunos sirvientes de la sinarquía económica públicamente. Para ser muy sinceros, es posible que esta transición no se logre en todo el mundo de modo pacífico, pero nada será más apocalíptico y cruento que lo que viene, si este Programa Ecologenista no se lleva a cabo, porque el genocidio global ya está en marcha. No nos referiremos más a ello, de lo que hay millones de documentos y vídeos en Internet (que en cualquier momento también puede ser suprimido y ya se ha intentado). Las formas que adquiera la Gran Transición dependerá no tanto de las reacciones del poder capitalista, sino más aún de la masa que se logre concientizar, de la cantidad de líderes que surjan para realizar la Ecologenia en todo el mundo, y -como ya se ha explicado- que aunque por paradoja de necesidad se formen partidos políticos Ecologénicos, para abolir luego la partitocracia y sus aberraciones, sus líderes y la masa no permitan desvíos e infiltraciones de los mismos. Cada uno que lee este escrito ha de ser un líder o al menos un activador de la Ecologenia, en la tarea de difundir, traducir a otros idiomas, reunirse con sus vecinos y poner en práctica todo lo que sea posible localmente. Poco a poco las Uniones Vecinales tienen que constituirse en Asambleas, interconectarse y formar a todos los niveles, todo el Sistema Asambleario, aunque sea bajo la forma “democrática” legal actual de un partido político más. Habrá toda clase de oposiciones e intentos de disuasión, pero ni la más tirana de las fuerzas, ni los más efectivos servicios de inteligencia podrán contra los pueblos decididos a salir de la esclavitud, la miseria, la injusticia reinante y sobre todo, del acuciante peligro de extinción de la mayor parte de la Humanidad.
PROGRAMA BÁSICO DEL GOBIERNO ECOLOGÉNICO
La Asamblea Nacional disolverá el “Partido Ecologénico” una vez establecida, toda vez que no hay partidismo alguno, siendo tal partido la paradoja de necesidad para alcanzar el poder pacíficamente. Dado el sistema Asambleario el poder queda en manos del Pueblo y uno de sus fines es justamente, eliminar la partidocracia usada para engañar a la masas en las falsas democracias. La Ecologenia deja de ser partido para mantenerse sólo como sinónimo de la Política Natural. Todo ello, sin perjuicio del Criterio de Liderazgo, que organiza, modera y dirige desde la idoneidad de los mejores exponentes del Pueblo. Otras partes del Programa se desarrollarán según las necesidades de cada país.
1.- Los Pueblos Nacionales tienen derecho y obligación ética para con sus descendencias, de ser independientes de toda economía externa, y la única economía posible la brinda el trabajo. Por lo tanto, en la Ecologenia queda prohibida toda forma de usura, agio, especulación financiera o libertinaje económico de particulares.
2.- Sólo existe un banco con filiales en toda la Nación: El Banco Nacional. Sólo existe una moneda, la Moneda Nacional y su patrón es el trabajo, medido en h/h (hora/hombre).
3.- Queda abolida toda forma de “impuesto”, toda vez que el Estado controla el dinero y éste sólo servirá como capital y lubricante de la actividad laboral, comercial y del Estado. El sistema de renta se define en el programa de Econogenia.
4.- Amnistía Económica: Toda riqueza en dinero o divisas existentes en la Nación, es respetada por el Estado y transferida al Banco Nacional. No será confiscado ningún capital pero ninguno volverá a tener rédito de usura. Sin embargo todo capital quedará asegurado por el Estado y se facilitará su inversión en el agro, industria, comercio y otras actividades económicas que sean productivas, beneficiando tanto al propietario como al Estado.
5.- La distribución demográfica y la distribución del trabajo, debe ser productiva, justa, estratégica y conveniente para la Nación como para los ciudadanos.
6.- El Pueblo se divide en ciudadanos y civiles. Sólo los ciudadanos podrán participar en la política. Los ciudadanos son aquellos trabajadores o estudiantes mayores de 18 años, nacidos o nacionalizados con más de diez años legalmente establecidos en el territorio nacional, que se encuentran dispuestos a defender la Patria sin intención mercenaria. Los civiles son aquellas personas extranjeras o menores de 18 años, o los que deben quedar bajo la protección de la seguridad social, como ancianos, inválidos, deficientes mentales o físicos, así como todo aquellos que no pueden o no desean acceder al derecho de formación militar ni cumplir con los deberes que ello implica. Ningún ciudadano puede tener doble ciudadanía, salvo los casos previstos en los tratados con otros Estados Ecologénicos. Ningún civil puede acceder a la Asamblea ni a cargos políticos, ni formar parte de cuerpos militares o de seguridad.
7.- Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y los mismos deberes.
8.- Las Fuerzas Armadas de la Nación son formadas por todos los ciudadanos y los que lo hacen como especialidad, forman el más eficiente sistema militar, formados primeramente en la ética y la Ecologenia, luego en la capacidad constructiva y finalmente en la capacidad bélica.
9.- Todas las empresas se consideran estratégicas, por lo tanto pertenecerán al Estado aunque la dirijan empresarios.
10.- Los retirados, jubilados o pensionados cobrarán el sueldo mínimo establecido por la Asamblea Nacional, y éste no podrá ser menor que el triple del costo de la “canasta familiar”. (Se establece en Econogenia como necesidades básicas cubiertas).
11.- La reforma agraria será adecuada para proteger y estimular al campesinado, sin cercenar las grandes superficies agrícolas existentes. Toda empresa agraria productiva ha de ser protegida al mismo nivel que la industria. La tierra abandonada será puesta a producir, evitando las expropiaciones en todo lo posible.
12.- Se incluye como criminales de lesa humanidad a los traficantes ilegales, usureros y subversivos de la economía, aplicando para ellos las penas máximas que determine la Ley.
13.- Se suprime todo parlamento, cámaras y estamentos políticos anteriores, y las Leyes, determinadas por el Sistema Asambleario, se cumplen inexorablemente. La “fianza” económica en el derecho penal, civil o laboral, queda abolida.
14.- La estructura educativa han de ser modificados según el Plan T.E.O.S. (Tratado Educativo de Orden Superior), a fin de formar primero personas libres, pensantes, analíticas y éticas. Luego de cumplida esa condición, la educación propenderá a formar trabajadores con alta profesionalidad en todos los órdenes de la vida laboral. Queda abolida la educación privada, toda vez que el Estado debe proveer la educación gratuita hasta el último año de Universidad.
15.- El Estado es responsable de la salud pública integral y totalmente y debe brindar máxima calidad profesional. Aunque no se elimina la medicina privada ejercida por el médico particular, no podrán establecerse clínicas privadas.
16.- Los menores de 16 años no podrán trabajar, salvo en las Brigadas de Trabajo y Deporte donde el trabajo es voluntario, para cuya inserción es condición una alta calificación en los estudios. El entusiasmo por el trabajo o el deporte no ha de minar el proceso escolar.
17.- Toda la mediática de la Nación y la prensa extranjera en el territorio, será controlada por la Asamblea Nacional. Los medios de difusión privados tienen la misma normativa que las demás empresas en cuanto a personal, pero todos serán vigilados por las Asambleas Provinciales o Locales, según corresponda. Se establece una cadena de mandos del Periodismo, que pasa a ser parte del Estado. La falsedad política consciente y su propagación por la prensa, como toda calumnia o subversión del sistema Ecologénico, podrá ser castigada como delito de lesa humanidad. El periodismo interno no podrá ser practicado por civiles, sino por ciudadanos. El periodismo externo dentro del país, será vigilado por el periodismo nacional cuando corresponda. El objetivo no es “censurar”, sino informar con veracidad absoluta y castigar el engaño, la mentira y la subversión. Ninguna noticia interna o extranjera podrá ser censurada en cuanto sea verdadera.
18.- El Estado es absolutamente laico (no confesional) y garantiza la libertad de todas las confesiones religiosas, en la medida en que ellas no pongan en peligro o no ofendan con palabras o actos, el sentimiento de la Nación o a otras confesiones religiosas.
19.- El Sistema Asambleario permite la expresión y determinación de toda la ciudadanía en una verdadera democracia, no obstante, las medidas técnicas y legales que no vulneren la voluntad de las mayorías, serán tomadas por las Comisiones Directivas de las Asambleas según la Constitución Asamblearia y bajo el Criterio de Liderazgo.
20.- Los demás puntos del Programa Ecologénico se deducen o encuentran en los volúmenes de “Ecologenia”, “Constitución Asamblearia” y otros anexos.
21.- La economía debe estar al servicio de los Pueblos y no al revés. Cada país debe formar su Ministerio de Econogenia, pero todos los ciudadanos deben conocer esta forma de la economía, que representa la más pura herramienta ética para la administración de Estado Ecologénico, Democrático, Republicano y Asambleario.
ESENCIA DE ECONOGENIA Y POLÍTICA ECONÓMICA
I.- Para el Movimiento Ecologénico, la economía es un objetivo querido y procurado en función de fines más elevados, un sistema de medios dirigidos a un fin, y éste es la liberación de todo yugo de los Pueblos.
En cambio la economía como objetivo casi excluyente de los ideólogos del Gobierno Mundial “Liberal”, también obedece a un fin, pero inferior: El monopolio del dominio de las masas.
Estas definiciones y sus diferencias se explican así:
1) La economía es un medio para lograr un fin, nunca un fin en sí mismo.
Al individuo se le pregunta: ¿Para qué está bien alimentado?, ¿Para qué posee buena situación? Nuestra respuesta es: En lo colectivo, para el cumplimiento de una misión política, para la constitución y estructuración del Estado en el que debe participar con conciencia. En lo personal para realizarse como individuo y disfrutar de todos los beneficios que el Estado que conforma le puede dar.
2) La vida económica está moralmente ligada y es expresión de la vida anímica.
Con la metodología de las aplicaciones económicas del presente, no se puede aprender el nuevo concepto de la economía, pues lo económico no es una cuestión de causas puramente racionales, ni de efectos de la naturaleza puramente económica, muy por el contrario, a la economía pertenecen también todos los valores de la nacionalidad, las costumbres, las capacidades laborales, el nivel intelectual y profesional de los ciudadanos, sus deseos y aspiraciones, su búsqueda de la felicidad existencial, personal, familiar y comunal.
A la actividad económica concierne también el desarrollo de todas las fuerzas morales y anímicas de la Nación.
Lo económico está, por otra parte, determinado por lo irracional. Lo económico no es una actividad ajena a la vida espiritual y anímica del pueblo, sino que este campo de la actividad humana está indisolublemente unido a la total e indivisible vida del pueblo. Si están los individuos y países empobrecidos y esclavos del yugo del dinero, no es porque los economistas hagan mal las cuentas, sino porque existe una intencionalidad concreta de sometimiento económico sobre ellos, un plan basado y sostenido en las debilidades humanas.
3) La economía es servicio a la comunidad.
La economía real, como factor material de la felicidad mundana, es la voluntad del bien común, manifestada en la producción de bienes y recursos, en un servicio a la totalidad del pueblo, con el fin de conformar el Estado. Es una herramienta abstracta pero efectiva, cuyo fin último es asegurar al pueblo la subsistencia digna y segura, para poder dedicarse a la Trascendencia, a la creatividad, a la Evolución.
La vida económica, como toda la vida humana, solamente es posible en comunidad. Toda comunidad puede solamente vivir y desarrollarse, si dentro de ella cada miembro está totalmente consustanciado con el espíritu de altruismo y sacrificio, es decir, si cada uno se incorpora a la comunidad para los otros y no se allega desde el comienzo con el espíritu de reivindicación egoísta. El egoísmo y el individualismo económico, es decir el “materialismo económico” vuelve a las personas y Pueblos, esclavos de la codicia, de la criminalidad y todos los vicios subsecuentes de la miseria. Ya puede uno imaginarse lo que pasa cuando los “políticos” del capitalismo o del comunismo, -que son los que detentan una parte del poder (el que le dan los bancos, los clubes y otras corporaciones de manejo financiero)- imprimen esta mentalidad suya en la población. La Ecologenia se encuentra en un estadio evolutivo superior a todas las políticas existentes en la actualidad.
Para un Ecologenista, la economía es por un lado, la ciencia de hacer justo el reparto de beneficios que el Estado crea, pero además la entiende como el resultado natural y armónico de sumar al trabajo del Pueblo, el Respeto y Amor a la Naturaleza junto con el más adecuado uso de la tecnología y el avance científico.
II.- La política económica de la Ecologenia representa una doctrina de servicio, de valor y de energía, que saca sus fuerzas de la conciencia, de la íntima unión de los ciudadanos, del común destino del pueblo y de la forma política de estructurarse el Estado Asambleario. La Política económica es correctamente conducida, por lo tanto, si las medidas estatales coinciden, sostienen y fortalecen los valores de la nacionalidad. Han sido muchas las aberraciones ideológicas infiltradas en la sociedad por los artífices del “neoliberalismo”, metapolíticos desamorados cuyo propósito básico es el control mundial, y una de las peores lacras ha sido la tergiversación del concepto de nacionalismo y patriotismo, asimilándolo o confundiéndolo con “patrioterismo”, como si el Amor a la Patria pudiera ser “per se” excesivo y poner en peligro las buenas relaciones con otras Patrias.
Así es como tenemos ejércitos mercenarios dispuestos a invadir otros países o reprimir al propio pueblo, en vez de ejércitos patriotas dispuestos a defender el propio contra la corrupción económica o los abusos de los tiranos de la economía financiera. En la pérdida y desvirtuación del sentido nacional, los pueblos pierden el factor más importante que une a los individuos para llevar a cabo una política realmente democrática y controlar su economía.
No se trata, entonces, de que la economía procure simples ventajas a los individuos; no se trata, en ningún caso, de colocar en primer lugar, la mejor y más barata provisión de bienes materiales, sino que están decididamente en primera línea, los valores del pueblo y salvaguardia de la independencia y del valor nacional.
La nueva política económica que llamamos Econogenia, en consecuencia, nunca debe considerar la rentabilidad inmediata (así, por ejemplo en una medida destinada a crear trabajo), sino que debe ocuparse a largo plazo, por el bienestar del pueblo por generaciones, así como del medio ambiente sin los proteccionismos falsos que tienen algunos gobiernos sobre el suelo boscoso, etc., a fin de mantener a las poblaciones en las ciudades, más fáciles de controlar y “gobernar”.
Los economistas de la Ecologenia deben custodiar el desarrollo de las fuerzas productivas. La liberación de las cargas impositivas, la ruptura con la usura internacional y el ordenamiento laboral vocacional, producirán el más grande milagro en cualquier país que aplique estas medidas. Cuando a los mercaderes de la muerte les conviene, enfrentan a los países en guerras, a pesar de las cuales las Naciones pueden sostenerse, producir armas, alimentarse y alimentar ejércitos y hasta mejorar tecnologías. ¿Cómo se explica esto? Pues muy sencillo: Los banqueros internacionales aflojan las riendas, el sistema bancario “se relaja” para permitir a los pueblos sometidos un respiro económico, ya que les están sirviendo a sus intereses en otro sitio. Logrados sus objetivos, vuelven a poner el baldón de la usura, la hipoteca, etc., en toda regla, produciendo más miseria que se achaca a las pérdidas producidas por la guerra.
Entendida la economía como un servicio a la comunidad, que sólo puede administrar el Estado, en el cual todos los ciudadanos tienen voz y voto (sin perjuicio del liderazgo que corresponda), hasta los países con menos recursos, pueden convertir eriales y desiertos en jardines y vergeles. Con los recursos científicos y tecnológicos actuales, aplicando criterios Ecologénicos, nuestra Amada Gaia podría mantener muchos miles de millones de personas viviendo en la opulencia, en la abundancia y variación de productos, en la tranquilidad social y la seguridad económica. Y todo eso sin más trabajo que el que cada individuo puede realizar siguiendo una orientación vocacional adecuada, que es la pieza más importante en la economía del trabajo. Si un individuo trabaja duramente en lo que no le gusta, para apenas sobrevivir y pagar una condena económica de por vida para tener techo, ¿Puede producir lo mismo y en la misma calidad que uno que hace lo que le gusta y disfruta de su trabajo tanto como su descanso? Quien tiene la suerte de trabajar en lo que realmente quiere, asombra a quienes le conocen, parece incombustible, porque trabaja mucho más que “lo normal”.
Imagínese cómo puede ser la economía de un país donde cada uno de sus ciudadanos está en el sitio que le corresponde, para el que está capacitado y psicológicamente a gusto. Una economía realmente sana es la que se integra en un cuadro ecológico, vocacional, demográfico y cultural; no la que pretende el mero suministro de bienes. Pero peor en la economía enferma del sistema capitalista, falso-comunista y “globalista unificador”, el mercantilismo financiero ha hecho creer a las masas que “sin dinero ninguna comunidad ni individuo puede vivir ni progresar” y que “obtener dinero” es el fin último de todo trabajo. De tal modo, hasta los que han tenido la suerte de hallar un trabajo acorde a su vocación, dejan de disfrutar del “Amor a la obra”, para empeñarse en la codicia del rédito o sufrir el temor y la inseguridad. Los pequeños empresarios, generalmente creativos, autogestionados, que no consumen recursos del Estado, suelen tener en éste un “socio ladrón al 33%” que no le aporta nada. ¿Cómo puede prosperar la economía de un país donde el 33% del PBI (en términos de dinero) va a pagar funcionarios corruptos y bolsillos políticos sin fondo? Ese dinero, en este año de 2011, como la mayor parte de los impuestos, sirve para “rescatar bancos”… O sea para darle de nuestro bolsillo, dinero a los usureros, que nos lo prestarán luego (si les apetece) con un alto interés.
Una economía Ecologénica es la que sirve al empresario para que produzca más y mejor. Mediante los órganos correspondientes, creados por las Asambleas, las empresas son supervisadas para asegurar su mejor funcionamiento, para economizar recursos mediante mejores tecnologías y para asegurar su innocuidad respecto al medio ambiente. No se le exige al empresario pagar impuestos por su producción, sino todo lo contrario: ¡Se le ayuda a producir! En vez de cargas impositivas, se le exige una calidad en la producción o el servicio que da, una distribución más justa de las ganancias, lo cual producirá obreros mucho más conformes y contentos con su trabajo, con su empresa y con la persona del empleador. Ese es el papel del Estado. Y el empresario y sus empleados no necesitan mantener sindicatos y sindicalistas porque en la Asamblea correspondiente tienen los mismos derechos, la misma voz y el mismo valor de voto, aunque hay una función de “Defensor del Trabajador” que apenas necesitará algunas vez intervenir para mejorar la seguridad o cosas por el estilo.
III.- La economía no es un ente independiente, que pueda ser considerada y regida en forma aislada, sino que está inextricablemente ligada a la concepción del Estado y del mundo Ecologenista. Para entender la doctrina económica Ecologénica, por lo tanto, es necesario explicar algunas ideas fundamentales más y su diferencia con las doctrinas políticas que han regido el mundo hasta ahora, acumulando más desgracias, hambre, guerra, injusticia y sufrimientos que todos los conocidos por anteriores civilizaciones.
DIFERENCIAS CON LIBERALISMO Y MARXISMO
La cosmovisión Ecologénica está en abierta oposición a la del liberalismo y la del marxismo (78 % y 22 % de la población mundial respectivamente), de modo que vamos a bosquejar brevemente la esencia de ambas corrientes, para que se conozca por qué razones son rechazados el liberalismo y el marxismo, cuyos fantasmas se trasladan a todas las políticas del sistema de mercado y la partitocracia como “derechas” e “izquierdas”. Los “de centro”, sólo son disidencia controlada, mecanismos creados para insertar en la partitocracia a los que no comulgan con los extremos.
LIBERALISMO E INDIVIDUALISMO
El individualismo margina totalmente al Estado, difumina su relación con la comunidad y crea la falsa percepción de que la economía está en manos del individuo; y ve en él la medida de todas las cosas. En el campo de la vida económica aparece el individualismo como liberalismo y afirma que el ser individual necesita la total libertad para su desarrollo. Presupone al individuo como único responsable de su desgracia si acertó a obtener una hipoteca que luego no puede pagar porque se quedó sin trabajo, le hace culpable de ser pobre y también culpable de ser rico, porque se supone que lo hace “a costa de otros”. En muchos casos, así es, pero en cualquier caso, la masa hipotecada es, para el liberalismo, económicamente culpable de ello. Pero en realidad, sólo lo es por “dejarse gobernar”, en vez de exigir su participación en las decisiones de gobierno y por dejarse engañar por la publicidad de los bancos.
l.- El punto histórico de partida está muy lejano, por el año 326 D. de C., con el primer banco privado, creado por Constantino, pero dejaremos el milenio y medio que costó a los esclavistas inyectar la lacra capitalista en el mundo, y partiremos para sintetizar, de las corrientes intelectuales de los Siglos XVII y XVIII. Estas corrientes se caracterizan por los descubrimientos, el progreso de método de experimentación en las ciencias naturales; por el relegamiento de la metafísica; el aflojamiento de los lazos religiosos; disolución de los vínculos profesionales que en la edad media ligaban a los hombres en cofradías; por el espíritu de las luces y por el derecho natural. Las doctrinas de aquellos tiempos se llaman:
1) Filosofía de las luces: oposición al oscurantismo medieval.
2) Racionalismo: porque están fundadas en la razón. Se quiso llegar al dominio de la naturaleza y del mundo, el Estado y la Sociedad, por el pensamiento puro, por la lógica, sin incluir lo emocional ni lo espiritual. Esto hace al hombre un trozo de carne funcional con un manojo de pensamientos, no un Ser.
3) Derecho natural: en cuanto sostiene que el hombre está investido de derechos inalienables, desde su nacimiento, aunque en la realidad práctica ninguna corriente lo realiza.
4) Individualismo: porque el hombre es el punto de partida de toda consideración, sin considerar los valores de la sociedad a la que pertenece y a la Naturaleza en que se inserta.
5) Liberalismo: en cuanto sostiene falsamente que la libertad del individuo despojado de toda ligadura, conduce al mejor desarrollo de la vida social y económica del conjunto.
El consecuente desarrollo del individualismo condujo a la falsa democracia actual, en oposición a la soberanía popular auténtica que genera el sistema Asambleario.
II.- El liberalismo y el individualismo encontraron su desarrollo social, filosófico y socioeconómico en las teorías de la fisiocracia y en las teorías de la escuela inglesa clásica de la economía política (Richard Adam Smith fue el “padre” del capitalismo liberal, aunque ciertamente sólo dio cuerpo escrito a planes que se venían ejecutando desde siglos atrás).
De acuerdo con estas teorías, la exaltación del bien privado como norma, debía conducir, supuestamente, al mejor y más armónico desarrollo de la sociedad. Se quiso liberar la economía de todas las ataduras y tutelas mercantilistas, y se aceptó que, de la libre actividad del hombre, habría de nacer un nuevo mundo organizado, capaz de hacer feliz a todos los hombres. Esta concepción podría haber sido válida y hubiese tenido tal vez sentido ético en épocas pasadas, en la que solamente existía la pequeña industria y en la cual, una libre y total concurrencia de artesanos de igual poder económico y social, podría haber conducido a la selección de los mejores. Pero en realidad es como decir que el cuerpo humano funciona mejor si cada célula hace lo que le place. Los representantes originarios del liberalismo no pudieron prever de ningún modo lo que las siguientes generaciones extraerían de sus teorías y el desarrollo de la técnica en los siglos venideros. De la libertad se llegó al libertinaje. La técnica y el desarrollo del capitalismo han conducido a la desigualdad social y a la desnaturalización del poderío social. Hoy, más que nunca, cada individuo es deudor no sólo de sus créditos e hipotecas o las de sus padres, sino también de deudas que supuestamente tiene su país con los bancos internacionales.
La economía capitalista fue desarrollándose en base a un espíritu que subordina todo medio, técnica y economía, capital y trabajo, al servicio de los objetivos del dinero, no a la auténtica naturaleza del hombre. Por eso lo convierte en una máquina de desear y buscar dinero, con lo que muchos caen en toda clase de deshonestidades constantemente, desde la “mentirijlla” comercial para vender o no perder el trabajo, pasando por el robo y hasta el asesinato. Los eslabones más débiles, mental y emocionalmente, caen a miles en cárceles y tumbas por motivos económicos.
El derrumbamiento económico de los estados actuales, la crisis económica mundial y todas sus consecuencias, son producto de una planificación económica calculada, medida, estadísticamente manipulada y mediáticamente disfrazada. La economía financiera y las economías locales sólo en apariencia son totalmente libres, sólo en apariencia carecen de toda técnica, como si no tuvieran más conducción que la que hacen “los mercados”, también como si fuera una conducción “espontánea”. Pero en realidad, no hay azares económicos, salvo para los que juegan en la bolsa, como no hay azar para los dueños de los casinos. Ellos conocen muy bien las reglas estadísticas, la ley de posibilidades y no dejan entrar al genio matemático que puede hacer “saltar la banca”. En la Bolsa de Valores ocurre lo mismo.
Gran parte del sistema financiero liberal funciona casi en automático, pero lo cierto es que detrás de todo, hay unos genios que han heredado un sistema creado, fueron educados para mantenerlo y aplican de vez en cuando unos “correctivos”, para que el mundo financiero vaya por donde ellos lo determinan, ya sea mediante quita y pon de grandes cantidades de dinero, guerras por aquí o por allá usando sus redes de inteligencia (mucho más efectivas que las de los Estados que controlan) o tocando los resortes que haga falta para cumplir sus objetivos. En otras palabras, dando órdenes a cualquiera de sus muchos empleados mayores, entre los cuales se encuentran desde reyes hasta “asesores financieros” pasando por presidentes, ministros y un largo etc.. Sólo una masa muy nutrida y globalmente distribuida, que comprenda la Ecologenia, aplique la Constitución Asamblearia y la Economía Ecologénica, podrá detener las aberraciones de esos banqueros que tienen secuestrada a la Humanidad mediante la economía -perdónese el término- “diabólica” del liberalismo.
III.- La culpa del individualismo no sólo reside en que sus teorías, que quizá tenían originariamente algún sentido ético ‑y de todos modos erróneo‑ influyen nocivamente en la vida social, del tiempo presente y pasado. Su aberración de fondo es que ningún individuo puede considerarse “libre” a tal punto que su economía personal sólo pueda estar en sus manos, salvo que se tratara de un aborigen selvático ermitaño y con alguna seria disfunción mental que le llevara a tal comportamiento.
Los perjuicios causados por el individualismo tanto psicológicos en lo personal, como en lo colectivo, son inmensos porque hay daños culturales, económicos y toda una serie de lacras en contra de la comunidad, por la pérdida de la correcta concepción jurídica y política del Estado.
La idea del Estado según el individualismo se apoya en los partidos, es decir en divisiones rotundas de la ideología. El individualismo ha atomizado a las personas, les ha despojado de su conciencia solidaria y mediante los partidos son sumadas a grupos fanáticos de tal o cual color, de tal o cual careta de parlanchín, y luego comienza la absurda lucha del número de votantes, en vez que la coherencia en aplicar la inteligencia para debatir las soluciones más acertadas para la comunidad. El poder se alcanza entonces por la suma de votos mayoritaria y se reparte proporcionalmente con una segunda o -a lo sumo- una tercera mayoría, que representan opiniones por lo general totalmente antitéticas. En tal condición de “gobierno”, sólo los dueños del dinero tienen un verdadero poder.
En el individualismo la responsabilidad es relegada a los “representantes”, y el Gobierno se convierte rápidamente en una masa de funcionarios autómatas. Los gobernantes no se sienten más como verdaderos conductores, responsables dedicados con sacerdocio y si es preciso sacrificio personal para el beneficio del Pueblo, sino como brazos de los grupos de poder, y a poco escarbar en sus cuentas y relaciones, en lo personal sólo son empleados pagados por el poder financiero.
La oposición de otras fuerzas de representación, tras la meta de conseguir y mantener el poder, tiene por consecuencia final la anulación total de la capacidad de acción, como lo hemos visto en prácticamente todos los países. La persona que por obra del liberalismo ha sido sacada de su comunidad, de su barrio, de su estamento social más íntimo, ya no se siente más como miembro de una totalidad mayor.
El liberalismo condujo, entre otros muchos errores, a una sobrevaloración de la economía en sí misma, como si fuese la meta final, en vez que el mero instrumento. Los valores económicos son considerados como los más altos y dignos del mayor esfuerzo. El éxito económico llega a ser determinante para la apreciación del hombre. El “Homo economicus” de la escuela clásica, que los clásicos mismos habían concebido inicialmente sólo como una abstracción, hoy es una realidad. Si tuviéramos que definirlo antropológicamente teniendo en cuenta las diferencias psicológicas y no sólo las morfológicas, tal “Homo economicus” es hoy en día un “Pithecantropus mercatoris” que considera a la economía como el campo más importante del ser humano. Se acuñaron bajo el liberalismo y el individualismo, las siniestras frases: “la economía es nuestro destino” y “tanto tienes, tanto vales”.
La consecuencia de esta posición material y económica fue una concepción del mundo en la cual la suprema finalidad en la vida del hombre, es obtener la más completa satisfacción de las necesidades, al mismo tiempo que el consumismo inventa las “necesidades” en razón directamente proporcional a cuánta televisión se vea, e inversamente proporcional a cuánto se piense o se medite sobre la realidad. Contra tal ideología, la Ecologenia ha emprendido la más dura lucha.
2 ‑ EL MARXISMO
El marxismo es, a la vista de los acontecido a lo largo de todo el siglo veinte, una forma aberrada -por múltiples razones- del verdadero sentido del comunismo, que, aunque se encuentra aún en un escalón inferior respecto a la Ecologenia, ha sido concebido por muchos comunistas -afortunadamente- más cerca de ésta, y de una manera bastante diferente a lo escrito por Marx. Muchos que se dicen marxistas, ni siquiera han leído a Marx, o no han meditado lo leído lo suficiente para hallar las contradicciones fundamentales, las aberraciones de lógica y los resultados posibles si tal teoría hubiera llegado realmente a realizarse por completo alguna vez. Ha bastado sin embargo ver los resultados de su aplicación parcial, lo mismo -y coincidiendo en ellos- que en el capitalismo: El sometimiento de las masas al poder político central, como mediador con el poder financiero global.
Para el marxismo, la importancia suprema de la persona humana y su “personalidad”, con todos los valores que cada individuo tiene, queda anulada y sólo sirve para convertirlo en masa, en número sumado al “capital humano” del Estado. Aunque en Rusia se tuvo bastante atención sobre la orientación vocacional a fin de extraer el Estado el máximo provecho de cada individuo, en la concepción marxista dicho individuo “pertenece” al Estado, en vez de que el Estado le pertenezca en la misma medida que él pertenece. Esa es una de las principales diferencias con la Ecologenia, donde el individuo no es mero número para formar masa, y aunque en todos los aspectos contribuya al Estado, éste le pertenece en la medida proporcional a su participación en la política y la economía. Este concepto es de suma importancia.
El pensamiento económico liberal ha sido el fundamento para la invención del marxismo y del capitalismo. Dos corrientes irreconciliables en lo político, con matices cuidadosamente elaborados para cada idiosincrasia, a fin de mantener dividida a la masa humana local, nacional y globalmente. La “izquierda” y la “derecha”, como únicas ideas y posibles caminos para la realización de los Pueblos.
I.- Las siguientes teorías de Marx (Karl Heinrich Marx Pressburg, pero cuyo apellido original era Karl Mordechai) son culpables, ante todo, del materialismo filosófico, científico y político, y de la lucha de clases.
a) El materialismo filosófico. Según él, todo ser es materia y la manera de existir de la materia es la contradicción dialéctica. El pensamiento mundial es nada más que el reflejo del mundo material. Verdades abstractas y principalmente verdades absolutas y eternas deben ser rechazadas.
b) La concepción materialista de la historia. La historia de una época no deriva de la religión, de la filosofía, o de la política, sino de lo económico, es decir, se supone que deriva de la actividad económica. Los más importantes principios de la concepción materialista de la historia son: 1) Las relaciones materiales y económicas, determinan la historia de los pueblos. Sobre el fundamento de esas relaciones materiales, se erige la llamada superestructura de la sociedad; en ella se cuentan apenas como “accesorio circunstancial” la religión, el derecho, la moral, la política, la cultura, la ciencia, etc. El ámbito total de la cultura es, según ello, inequívocamente determinado por la economía. Y 2) La historia hasta el presente, toda la vida social, es la historia de la lucha de clases. El progreso se realiza solamente por la lucha de una clase contra otra. En dicha idea, se olvidan los siglos de convivencia pacífica y armónica de muchos pueblos a pesar de sus diferencias de castas. En la vida económica no se encuentran compatriotas, sino expoliados y expoliadores. O sea, enemistad constante entre patrones y empleados que en contradicción con otras partes de su propio discurso, deben desaparecer los patrones y convertirse en regentes del Estado o el Estado mismo. De este modo, los creativos, quedan inevitablemente condenados a la tirria de los obreros, ya sea que se aplique la teoría en la política parcial o totalmente. La contradicción abarca el hecho de que no haber más patrones, serían los empleados del Estado una casta enemiga que reemplaza a la patronal.
II.- Las deplorables consecuencias del marxismo fueron:
1. La decadencia cultural a causa del materialismo.
“El materialismo histórico es la más grande, general y desgraciada consecuencia del marxismo. Es propiamente el veneno cultural que el marxismo ha inyectado en el espíritu de la época moderna”. Dijo con acierto el economista austriaco Othmar Spann Pero observando las consecuencias en sus efectos internacionales en situaciones como la Guerra Civil Española (al margen de “buenos y malos” que no los hubo por un lado ni por el otro más allá de las bestialidades personales) el marxismo ha sometido al espíritu despojándolo de la fe en el Amor, quitándole al hombre lo poco de bueno que le da la religión; ha destruido la bondad innata en el individuo, y ha excitado los más bajos instintos, no sólo mediante el fanatismo de su difusión, sino también y por encima de todo, mediante el estímulo del odio entre las clases:
2. La disgregación del pueblo por la lucha de las clases.
Empresarios y trabajadores se consideran enemigos y no como miembros de un pueblo. Uno llama al otro “apátrida” y este responde “perro capitalista”. A pesar de la Perestroika y los grandes cambios que ha habido en la segunda mitad del s. XX, los efectos del marxismo pueden aún percibirse en el sindicalismo corrupto, en el uso que de esas ideas hacen los falsos socialistas de los partidos que dicen serlo y en las ideas que mucha gente conserva aún, a falta de una correcta revisión histórica objetiva. En un Estado Asambleario y Ecologénico, la desconfianza entre clases es superada y los trabajadores se deben organizar incorporados a la comunidad y en comunión con los empresarios. El obrero ha de entender que el empresario no es su enemigo, sino el creativo que le mejora su vida, que le ayuda a progresar en su economía personal y nacional, y a crecer profesionalmente. Aunque es lógico que un empresario, aún siendo Ecologenista, gane más porque aplicará más inteligencia, más creatividad, más responsabilidad y -sobre todo- más horas de trabajo, nunca esa diferencia será tanta como ocurre en el capitalismo. Pero no por el rasero inferior, no porque el empresario sea menos rico, sino porque en una economía sana es más rico el obrero. Y eso es muy importante de comprender, que cuando hay una economía Ecologenista, no puede hablarse de “pobres explotados”, sino en todo caso, de “menos ricos”. Aunque parezca una ficción, no hablamos de algo utópico en absoluto.
Una gran parte de las fuerzas del trabajo, fue alejada de las patrias por el marxismo. En Europa toda, fue particularmente perjudicial la fe en “la internacional”, que sigue haciendo de las suyas, sumada a su estela macabra, otra “internacional” que convierte a los musulmanes en “enemigos de Occidente”. En el tablero de ajedrez mundial, se prepara la mentalidad de los pueblos para toda clase de enemistades y enfrentamientos violentos. Esto es aplicación de la Ley de Polaridad, a fin de aprovechar -como todo parásito- la energía desprendida por los contrincantes. Esa energía se traduce en venta de armas, aprovechamiento de toda distracción, eliminación de la gente “no consumidora” que sea posible. Por las razones expuestas la Economía Ecologenista debe terminar de desterrar para siempre ese fantasma del marxismo que aún perdura en las sociedades junto al otro no menos nefasto del liberalismo.
Capítulo Segundo
LA CONCEPCION DEL MUNDO ECOLOGÉNICO
1.- MÁS FUNDAMENTOS DEL ECOLOGENISMO
a) La Ecologenia no es meramente un programa teórico o representable sólo racionalmente, sino un movimiento genuinamente democrático; un movimiento impulsado por fuerzas populares primigenias, residentes en el Alma Humana, a la vez que de conciencia moderna, que aunque parezcan contradictorias para el que ha vivido a la sombra de las falsas democracias, estas fuerzas son una misma y esencialmente representan un retorno del Ser Humano a su mejor condición y más equilibrada potencia. La Ecologenia no es un mero plan político ni un simple plan económico. Ambas cosas sólo son instrumentos que sirven a una finalidad infinitamente más importante, como es la Trascendencia del Hombre, lo cual sólo sería imposible si recuperamos el Respeto a la Naturaleza, el Amor a la Verdad y a los demás Seres, el control demográfico inteligente y consensuado democráticamente.
La Justicia Social, el Nacionalismo, el Patriotismo, la Solidaridad individual y colectiva, la Ecología bien entendida y todos esos valores, han de ser recuperados en cada individuo para que sean recuperados en cada Nación y sólo así podemos cambiar el mundo, hacerlo Feliz y librarlo del yugo de la economía esclavista y de las trampas ideológicas que se vienen tendiendo desde hace siglos para tenernos cautivos e infelices, hipotecados y controlados en el mejor de los casos; o hambreados, enfermos y muertos en el peor. Dicho así puede parecer una utopía, sin embargo, intervienen en el destino de la Humanidad, una serie de factores que analizados racionalmente queda demostrado que la liberación de estas lacras está determinada de un modo u otro. La incógnita es cuánto sufrimiento deba costar para que la masa aprenda que la Libertad y la Felicidad son derechos, y realice entonces lo que debe. La alternativa totalmente opuesta a la realización de la Ecologenia, es vivir esclavos y morir esclavos. Y la mayor parte del mundo ya vive esclavo, morirá sin trascendencia, sin atisbo de felicidad, sin saber para qué ha nacido ni porqué. La economía de la Naturaleza incluye como “valor”, sobre todo eso que le falta a la mayoría humana: conocimiento metafísico. Por eso la Econogenia se esboza aquí como un orden económico material, pero no “materialista”. La economía material es sólo el cubrir inteligente de las necesidades materiales, para que el Ser pueda acrecentar esos valores sin preocupaciones, dedicarse con todo el tiempo que necesite a sus cosas espirituales, las que le darán esa Trascendencia, su Felicidad Existencial. Si la economía del cavernícola procuraba la supervivencia del grupo, la economía del Estado Ecologenista procura la abundancia, la justicia, la Felicidad y Trascendencia de todos los ciudadanos.
b) El movimiento no puede carecer de líderes. La democracia auténtica se ejerce mediante el Sistema Asambleario, pero es preciso que los líderes verdaderos sean visibles, no como en el mercado, donde los aparentes líderes son los empleados de los poderosos ocultos. Es preciso que los líderes tengan los fundamentos y objetivos de la Ecologenia como faros constantes y sepan instruir a los pueblos sobre ellos. No hay que “convencer”, sino “enseñar”, no hay que cautivar a las masas con promesas y engaños, sino con verdades rotundas y claras, con hechos nobles, con todo el sacrificio personal que sea necesario. No hay que luchar por el poder como en la partidocracia, sino trabajar por el bien del pueblo, de la comunidad, de la Nación y con ello contribuiremos a la mejora del mundo todo. La misión de un líder Ecologenista es ante todo, una misión de Amor, de Altruismo puro, valores estos ya perdidos por la casta política de la Era de la Usura, que en unas décadas más pasará a la historia como la época del engaño masivo… O no habrá quien pueda contar la historia.
No importa cuántas dificultades surjan, cuántos ataques hagan los obsoletos ideólogos del sistema global de mercado y la partidocracia, que aún no han entendido que el mundo no puede seguir bajo sus garras, que aún no se han enterado de la entropía que sufre su sistema esclavista. No importa cuántos medios tecnológicos posean para producir genocidio, ni cuántos espías tengan infiltrados en todas partes. La Ecologenia es una fuerza arrolladora propia de la Ley de Evolución, que aunque la esté “escribiendo” en este momento para utilidad de los futuros líderes, y aunque le haya dado este nombre que es lo único que he “inventado” al respecto, he de confesar que sólo la estoy “describiendo”, porque más que una propuesta, es en cierta forma una profecía, aunque no mística, sino científica. De la suma algebraica de todas nuestras voluntades, depende que la practiquemos con las ventajas de siglos de evolución tecnológica y científica, o que la vivamos por la fuerza que impone la supervivencia en una nueva “era de las cavernas”.
c) La Propuesta es que seamos partícipes de su realización ahora y evitemos los desastres que conllevaría el derrumbe incontrolado del sistema, en vez de dejar que la Ecologenia tenga que ser creada por supervivientes de las guerras y aniquilaciones masivas para control demográfico que están cocinando los actuales dueños del sistema.
La finalidad es realizar lo querido por la Madre Naturaleza y por la mayor parte de la masa humana, Por lo tanto los líderes de la Ecologenia deben empezar ya mismo a movilizarse, leyendo estos libros cuantas veces les sea necesario para no perder el rumbo; tanto para una correcta oratoria en las Asambleas y sembrar en cada conciencia el ánimo participativo, como para poner en marcha los planes en la faz material, sin perder de vista ni por un momento el Espíritu Ecologénico.
Esta cosmovisión puede tener ciertos parecidos con algunos movimientos revolucionarios históricos en diversos países, pero el mundo y la humanidad están cambiando a ritmo acelerado. No podemos quedarnos en los principios que sirvieron en otros pueblos y en otros momentos de la historia, pero debemos rescatar de ellos lo mejor. Del mismo modo que aprende el individuo, aprenden los pueblos; y al igual que el niño que no aprende o no quiere aprender, los pueblos que no están dispuestos a todo con valentía para evolucionar, quedan esclavos de su ignorancia y de los aprovechadores sin escrúpulos. De modo que la “Revolución Ecologenista” es sobre todo y ante todo, una revolución de la Conciencia de la Humanidad, que debe destruir y trascender sus lacras psicológicas. Aunque tratemos como principal tema de este libro la economía, sus postulados no podrían ser completamente aplicados si no se relacionan éstos con la catarsis/depuración psicológica masiva, que lleve a comprender a cada uno que no somos meros números, ni meros “productores”, ni mucho menos, “consumidores”. Es preciso entender que producción y consumo son medios importantes en un mecanismo inevitable de desarrollo humano, pero nunca finalidades exclusivas en una política sana, franca, natural, evolucionada y evolutiva.
La Ecologenia, no resulta difícilmente representable y comprensible en términos literarios y racionales. Basta que cada uno imagine cómo le gustaría vivir, incluyendo a los demás. Es decir: En vez de pensar en “cómo me gustaría vivir”, (producto mental masivo, generado por siglos de individualismo y dinerocracia, viendo opulencia y viviendo miserias o a la inversa) imaginar “Cómo me gustaría que viviésemos”. Porque no es posible vivir en un mundo mejor si no es el mundo de todos los que vivimos en él. Los misticoides que inducen a la práctica del mentalismo para usar “El Secreto” y esas cosas de una metafísica no científica, hacen creer que habrá un mundo para cada uno, “según lo mentalices”. Pero eso no es verdad. Los sentimientos, pensamientos, palabras y actos de cada uno, afectan a todo el mundo, así que por Ley de Causa y Efecto, cada uno tendrá lo que merezca, pero no vas a ganar un millón de dólares por más que lo mentalices, o lo tendrás en medio de una total infelicidad, si te da igual que hoy mueran millones de personas y no te interesa hacer nada al respecto, porque la economía de “tu mundo” está quieras o no, sometida al mundo en que participas. No vas a crear una “dimensión etérica” separada de la realidad del mundo, ni nada parecido, por más que reces a todos los santos, por más que mentalices, por más que “decretes”… Los decretos de una Asamblea Ecologenista en la que participes, eso sí te dará lo que quieras y hasta más de lo que imaginas.
Algunas preguntas interesantes para el público en general, pero especialmente para los que serán los líderes del Movimiento Ecologénico: ¿Me gusta vivir siendo pobre y no llegar nunca a una tranquilidad económica? O bien ¿Me gusta ser rico entre los pobres que envidian o quieren robar lo mío? Cuando observamos chabolas por un lado, y por otro vemos casas que parecen cárceles de lujo ¿Seguimos pensando que vivimos en un sistema justo y bueno para alguien?
La Ecologenia apela principalmente al instinto solidario porque actualmente no quedan pueblos con valores claramente diferenciados. Su símbolo es sencillo y fácil de entender por el sentimiento, más que por la razón, por cualquier cultura, por cualquier raza. Totalmente contrario al signo “$” que domina en el mundo mercantilizado, al que quiere someter definitivamente con la alta tecnología de los microchips, el crédito virtual y todos estos inventos que Maquiavelo no pudo ni imaginar.
La Ecologenia estaba encerrada desde hace siglos en el anhelo profundo de cada persona con un mínimo de Amor y Dignidad. Pero el intelecto fallaba a la hora de darle cuerpo, porque hay fenómenos que no pueden definirse con facilidad en su esencia racional, porque pertenecen al Alma Humana. Pueden explicarse y han sido explicadas con absoluto rigor científico, pero el materialismo filosófico y el cartesianismo mal entendido, han ocultado esas realidades. Hoy, para hacer del Mundo Ecologénico una realidad, es posible apelar políticamente a los valores de la conciencia y del Alma, cada vez menos abstracta merced a la Evolución, así como a la filosofía lógica o bien como por la mera instrucción política donde la necesidad de supervivencia se combina con la necesidad de Trascendencia. No sólo queremos sobrevivir, que no nos falte el alimento y un poco de seguridad, sino que necesitamos vivir realmente seguros, realmente bien y felices. Es nuestro DERECHO por Ley Natural y la doctrina Ecologénica es El Camino. Nunca hubo mejor aplicación práctica y masiva de la “doc-trina” (Conocimiento de los Tres), que es Amor, Inteligencia y Poder, como reflejos respectivos de Ser, Consciencia y Voluntad. Es preciso explicar esto para que quede claro a qué fines debe servir la Economía Ecologénica, que no es un fin en si misma, sino un instrumento, como quedó explicado antes.
El Amor es reflejo y atributo exclusivo del SER. Es lo que diferencia a un Ser de cualquier “cosa”. Ningún Ser existe que no tenga Amor como esencia. Ninguna “cosa” puede emanar Amor, aunque lo represente (una obra de arte, un símbolo, etc.). El Amor es una emaNación del Ser (de todos los Seres). Aunque a veces parezca que alguien “no tiene Amor”, lo que ocurre es que lo ha desviado a lo material, no lo manifiesta, lo ha contrapolado en “Odio” o se ha desequilibrado respecto a sus otros Atributos Esenciales:
La Inteligencia es un reflejo, manifestación o efecto de la CONSCIENCIA. Ninguna “cosa” posee consciencia, aunque tenga -como un ordenador- una inteligencia programática, es decir dada por algún Ser.
El Poder no es otra cosa que la manifestación de la VOLUNTAD. Y sólo el Ser tiene Voluntad. Las “cosas” no tienen voluntad, no pueden tenerla. Puede programarse un robot, pero éste no tiene Consciencia sino “inteligencia programática”, ni tiene Voluntad aunque tenga algún Poder según su programación, ni puede tener Amor, aunque pueda ser amorosamente programado y hasta pueda aparentar Amor.
El Hombre, como todos los Seres, tiene Amor, Inteligencia y Poder. Una sociedad Ecologenista es aquella donde esta “Doc-Trina” es conocida por todos y cada uno de los ciudadanos y aplicados sus principios en perfecto equilibrio. El líder Ecologenista deberá instruirse más en estos aspectos, pero estas explicaciones sencillas son suficientes para que la conciencia del ciudadano común despierte y comience a comprender cuán importante es desprenderse de la idea de economía como fin último.
El hombre promedio de los últimos siglos sueña -y cree- que sólo podrá ser feliz si tiene suficiente dinero. Cree que el dinero es lo que le da todo, sin darse cuenta de la trampa monstruosa en la que ha caído, porque en la realidad el dinero es, mediante su carencia controlada desde los centros de poder económico, lo que le limita, lo que no le deja hacer muchas cosas, lo que le impele a mentir, a estafar, a asesinar y a cometer toda clase de atrocidades. La enorme mayoría de los delitos cometidos desde hace siglos, son por causas puramente “económicas”, incluyendo crímenes forzados por la miseria circunstancial de los matrimonios, que se inscriben como “crímenes pasionales”. Las mentes débiles, agobiadas por las deudas, las hipotecas y hasta la rivalidad económica en el sustento del hogar, terminan asfixiadas y a poco analizar un buen número de casos de “violencia de género”, nos encontramos con las mismas causas de agobio económico.
La degeneración de conceptos filosóficos fundamentales en casi todas las escuelas antiguas, la distorsión de la historia y las interpretaciones sobre la economía, nos llegan también por todos los canales dominados por la sinarquía usuraria. Si el mundo mantiene una mentalidad de pobreza, será pobre. Si la humanidad rompe con ella y comienza a imaginarse rica, los geniales demonios que controlan las finanzas del planeta no podrán mantener su sistema, que requiere de pobres, no para mantener a los ricos, sino para poder someterlos mediante la carencia y la indefensión.
El Movimiento Ecologenia realmente se conoce bien cuando uno se adhiere a él, cuando la mente es capaz de imaginar el mundo en que se desea vivir, y no sólo la imaginada riqueza particular y privada con que sueñan los ludópatas de la lotería o los falsos metafísicos que viven “decretando” ganar dinero.
2.- Más Sobre el Programa Ecologenista:
El Programa Ecologénico expuesto en las primeras páginas, se complementa con los siguientes conceptos: Los líderes prometen luchar por la realización de los puntos preestablecidos, sin consideración alguna por el sacrificio de sus vidas. Sin esa condición, ningún partido, ninguna religión ni ningún ideal malo o bueno, ha tenido siquiera oportunidad de iniciarse. Un líder Ecologenista debe tener como faro eterno de su conciencia la frase “Matar o morir, antes que vivir esclavo”. No hay Amor más grande que el de aquel que desea para los demás, para sus hijos y nietos y para todas las generaciones venideras, un mundo digno y feliz, que merezca ser vivido.
A) El programa contiene una serie de medidas que en parte representan fines lejanos, pero la mayor parte son de carácter urgente, por lo tanto, sus aplicaciones y efectos deben ser inmediatos.. Las tesis serán citadas en cuanto sean de naturaleza político económica, en lo que sigue, en el lugar correspondiente o en próximos libros. Las posibles contradicciones técnicas o errores en estos escritos, serán corregidos por el Partido Ecologénico o las Asambleas, según corresponda.
B) Los detalles y conceptos han sido comentados por el autor, aunque provienen de diferentes aportes de economistas y de la experiencia histórica de diversas épocas de la Humanidad, con las adecuaciones a la situación presente y previendo el futuro. Los teóricos de la economía no deben preocuparse demasiado por cómo lograr los cambios necesarios, sino apuntar directamente al objetivo, tener clara la meta. Los Ejecutivos de Gobierno, elegidos y supervisados por el Estado Asambleario serán los líderes que marcarán el camino. Al contrario que en la metapolítica de la Era del Mercado en la que los verdaderos gobernantes son los banqueros, los economistas Ecologénicos son científicos, obreros, Ejecutivos de Estado, pero no políticos.
La Ecologenia, aunque en algunos países deberá formar previamente un partido para llegar a las masas, es mucho más que un partido o dogma en el sentido originario de la palabra; es un principio revolucionario creador, un movimiento fluido y de realizaciones fluidas, una fuerza primaria que todo abarca e informa por ser Natural, por estar imbuido del espíritu originario humano, con todos sus mejores deseos y aspiraciones, que mediante la solidaridad, mutua necesidad y el Amor, permitió la formación de los Pueblos.
3.- EL ENTUSIASMO: Las fuerzas verdaderamente creadoras que lo pueden todo, que forman e informan todo el ámbito de la vida, son las fuerzas del entusiasmo.
A) Las fuerzas del entusiasmo no son ajenas al espíritu, como los intelectuales siempre suponen, sino que, por más caóticas e informes que sean, son una disposición elemental del espíritu, que puede ser fácilmente formada y dirigida. Por más despectiva que sea la ciencia materialista respecto a esta emoción, o mejor dicho a este “estado anímico”, el entusiasmo es la fuerza creadora más potente que existe. Por entusiasmo suele decirse “estado moral”, de la tropa o del conjunto de trabajadores. El estado moral ciertamente puede o no contener entusiasmo, pero éste está más allá de lo que la psicología simple puede medir de algún modo.
Su potencia es lo que impulsa la vocación, lo que promueve las más fuertes determinaciones en el individuo o el colectivo, lo que lleva al deportista, al artista o toda persona en general, a superar sus propias barreras y superar barreras físicas o de circunstancias que parecen infranqueables a quien no desarrolla esta fuerza. ¿Qué clase de entusiasmo puede ser mejor aprovechado que el entusiasmo por una forma de vida infinitamente mejor a la esclavitud y sin sentido al que nos arrastra la política de las finanzas y del mercado internacional?.
B) La revolución espiritual y anímica abarca, necesariamente todo el ámbito de la vida. Esto significa un cambio profundo en la totalidad de nuestro pensamiento cultural y sentimientos. La superación de la penuria del mundo es la tarea, y en ella deben colaborar de la misma manera la cultura, la economía, la política, la enseñanza, la ciencia, etc. En el curso del tiempo, cuando la revolución espiritual y anímica haya finalizado completamente existirá el peligro de que el Ecologenismo desemboque más en la forma, el reglamento y la racionalidad, pero de ese peligro deben encargarse los metafísicos en práctica interdisciplinaria con las demás ciencias, pues ellos deben mantener encendida la llama de la Trascendencia Espiritual de la sociedad, en armonía con todas las religiones.
La verdadera creación del estado de ánimo adecuado, del entusiasmo colectivo, que puede promover una revolución no sangrienta, estará en la juventud revolucionaria. El 15 M (15 de mayo en Madrid, o “Movimiento de Puerta del Sol”) ha sido una buena muestra, aunque infiltrada y aprovechada por colectivos que nada tienen que ver con un mecanismo organizativo como el que hace falta para poner en marcha de verdad la Ecologenia. De todos modos, “los indignados” también están en todo el espectro de edades, pero es momento de pasar de la “indignación”, a la determinación. PÁGINA SIGUIENTE…
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